EFICIENCIA Y SOSTENIBILIDAD VAN DE LA MANO

LOS MOTORES ELÉCTRICOS TORQEEDO COMBINAN POTENCIA, DISFRUTE Y RESPETO AL MEDIO AMBIENTE. ESTOS SISTEMAS DE PROPULSIÓN OPTIMIZADOS INCORPORAN LOS ÚLTIMOS AVANCES, POR LO QUE OFRECEN LA EFICIENCIA GLOBAL MÁS ALTA DEL MERCADO.

La sede y las plantas de producción de Torqeedo están situadas a solo 10 km de los grandes lagos bávaros: un entorno privilegiado en el que nuestros/as ingenieros/as y especialistas ponen a prueba nuestros motores eléctricos optimizándolos constantemente. Los sistemas de propulsión Torqeedo convierten energía en potencia de propulsión con mayor eficacia que los motores eléctricos o los de combustión.







En el siglo XVIII James Watt acuñó el término de caballo de vapor (CV) para expresar la revolucionaria potencia de su máquina de vapor. Desde entonces, la potencia se mide en CV o, en honor al ilustre inventor, en vatios. Aunque se trata de una magnitud muy habitual, hay muchas discrepancias entre los distintos indicadores de rendimiento en función de dónde y cómo se midan los datos. Para comparar con precisión la eficiencia de los distintos sistemas de propulsión es esencial comprender estos detalles técnicos.



En la construcción naval profesional, el rendimiento se indica en potencia de propulsión, el parámetro que también emplea Torqeedo. Sin embargo, en las embarcaciones con motores de gasolina y motores eléctricos convencionales esta magnitud no se especifica aunque los datos puedan diferir enormemente. Por ejemplo, la potencia de propulsión de un motor fueraborda de gasolina con una potencia del eje (medida en el eje de la hélice) de 4 CV corresponde a tan solo 1 CV.





Los sistemas de propulsión eléctricos de Torqeedo suministran una potencia propulsora análoga a los motores de combustión, pero requieren una potencia de entrada considerablemente menor. El motivo es que los motores eléctricos pueden alcanzar valores elevados del par motor en un intervalo más amplio de régimen de giro. De ahí que propulsen las hélices con una eficiencia que puede llegar a triplicar a la de los motores de combustión.

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MÁS EFICIENCIA

Numerosos apasionados de la navegación y operadores comerciales están acostumbrados al uso de parámetros de rendimiento propios de los motores de combustión (p. ej., la potencia en el eje). Para una mayor transparencia siempre indicamos la potencia de entrada, la potencia de propulsión, la eficiencia global y los motores de combustión equivalentes al enumerar las características técnicas de nuestros productos. Además, con el fin de facilitar la comparación entre los distintos tipos de motores, hemos acuñado el término “equivalencia en CV”. Un motor eléctrico de Torqeedo calificado como equiparable a 3 CV ofrece una potencia de propulsión equivalente a un motor eléctrico fueraborda de combustión de 3 CV aunque el consumo en vatios sea mucho más reducido. Aquí explicamos este fenómeno.



El primer motor eléctrico fabricado por Torqeedo, en 2005, tenía una potencia de 400 vatios. Nuestros motores eléctricos actuales alcanzan los 100 kilovatios (kW) libres de emisiones y tienen una amplia variedad de usos: en kayaks, auxiliares, veleros pequeños y ferris eléctricos. Sin embargo, todos nuestros motores eléctricos tienen un denominador común: son el fruto de la pasión y el cuidado por los detalles con los que desarrollamos y fabricamos nuestros productos.



1. EL MOTOR ELÉCTRICO

La electromovilidad es un componente cada vez más presente en todos los ámbitos de la vida diaria del siglo XXI. Pero, ¿cómo funcionan los motores eléctricos que impulsan desde aparatos domésticos hasta elevadores y modernas lanchas? Un motor eléctrico está formado por tres componentes:

Como los polos magnéticos idénticos se repelen, el rotor empieza a girar cuando los polos distintos del estátor y del rotor se acercan. Tras medio giro, es decir, cuando los polos opuestos del estátor y del rotor entran en contacto, el rotor cambia de sentido con ayuda del conmutador. Los dos colectores de corriente invierten el polo de más a menos y viceversa cada medio giro.

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MÁS DE PAR MOTOR

Los motores eléctricos son distintos según su área de aplicación. Los motores utilizados por Torqeedo son motores de alto par (“torque motor” en inglés). Como fuimos pioneros en introducir esta tecnología en el sector náutico en 2005, combinamos los términos ingleses “torque motors” y “speed” para crear el nombre de nuestra empresa. Los motores Torqeedo para embarcaciones alcanzan un par motor hasta 20 veces superior a los motores eléctricos convencionales. Logramos este rendimiento superior gracias a las innovaciones siguientes:

  • Imanes de tierras raras con una intensidad de campo magnético cinco o seis veces superior a la de los imanes habituales de hexaferrita permiten generar un par motor aún más elevado.
  • Los motores de conmutación electrónica generan el campo alterno necesario para que el motor funcione mediante un circuito electrónico denominado variador de frecuencia. Al no necesitar escobillas, tampoco se producen pérdidas ni se precisa mantenimiento por este concepto. Gracias a los vertiginosos avances experimentados recientemente en el campo de la electrónica de potencia y de los circuitos, en la actualidad es posible fabricar estos motores de alto rendimiento a precios más asequibles.
  • Configuración personalizada: Siempre ofrecemos la tecnología adecuada para el uso previsto. Utilizamos motores de engranajes o de propulsión directa en función de los parámetros deseados: revoluciones, eficiencia y facilidad de uso.


2. ELECTRÓNICA DE POTENCIA

Los motores eléctricos transforman la energía eléctrica en movimiento. Pero para propulsar embarcaciones sin emisiones es necesario cumplir unos requisitos muy exigentes. Torqeedo reduce considerablemente las pérdidas de energía en los cables reduciendo su longitud y aumentando el área de la sección. Cada uno de nuestros sistemas de propulsión incorpora electrónica de potencia a medida, lo que permite ofrecer la máxima potencia y eficiencia adaptando el sistema al espacio de instalación.

PÉRDIDA GLOBAL DE POTENCIA DE TAN SOLO
–0,8%



3. LA HÉLICE

La mayoría de las hélices que se utilizan en embarcaciones y en los motores fueraborda se basan en las pruebas efectuadas entre las décadas de 1940 y 1960 en los Países Bajos y en la Marina estadounidense. Sin embargo, las hélices Torqeedo no solo destacan por su color naranja, sino por también por su especial diseño: están basadas en cálculos realizados por nuestros expertos con los mismos métodos que se emplean para las hélices de los submarinos y los buques más modernos. Todos los parámetros relevantes de cada hélice —diámetro, longitud de cuerda, paso, inclinación, curvatura y grosor— están obtenidos a partir de un cálculo de optimización multidimensional que contempla miles de medidas para cada parte de la hélice.