DISFRUTAR DE LA NATURALEZA PROTEGIÉNDOLA
TRAVESÍAS DE ENSUEÑO A BORDO DE EMBARCACIONES RESPETUOSAS CON EL MEDIO AMBIENTE: LA MOVILIDAD ELÉCTRICA EN EL AGUA CONTRIBUYE A EVITAR LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA, AUMENTAR LA CALIDAD DE VIDA Y REDUCIR LAS EMISIONES DE CO2.
Desde que Torqeedo inició su andadura en 2005, hemos navegado sin desviarnos de nuestro rumbo: fabricar el mejor motor eléctrico para embarcaciones. Pretendíamos ofrecer a los apasionados de la navegación la oportunidad de adentrarse en la naturaleza sin ocasionar impactos medioambientales, tales como derrames de aceite, emisiones de CO2 y de otros contaminantes procedentes de los motores de combustión. En los últimos años, además de perfeccionar nuestros sistemas de propulsión, hemos ampliado las áreas de aplicación (p. ej. ferris urbanos). La electromovilidad, especialmente en el agua, es esencial para combatir el cambio climático y mejorar la calidad de la vida en las ciudades.
LAS VENTAJAS DE LA MOVILIDAD ELÉCTRICA EN EL AGUA
Reemplazar un motor de combustión tradicional por un sistema de propulsión eléctrica puede permitir reducir las emisiones de CO2 hasta en un 90 por ciento. Pero las ventajas son mucho más numerosas:
LAS EMBARCACIONES ELÉCTRICAS SON MÁS LIMPIAS Y MÁS SALUDABLES: PARA NOSOTROS, LOS NUESTROS Y EL PLANETA.
Desde su creación, en 2005, Torqeedo ha fabricado y distribuido más de 200.000 motores eléctricos para veleros, lanchas, kayaks, auxiliares y ferris de pasajeros. Cada uno de estos sistemas de propulsión ha contribuido a reducir las emisiones de CO2 y a minimizar el impacto medioambiental: la protección del clima siempre ha formado parte de nuestro ADN.
Desde que Torqeedo inició su andadura, hemos experimentado nueve de los diez años más cálidos registrados: un récord muy preocupante. Para frenar el aumento de temperaturas y las consecuencias de esta subida debemos reducir nuestras emisiones de CO2 en un 45 por ciento hasta el año 2030. Pero frente a estos retos hay un rayo de esperanza:
LA TECNOLOGÍA PARA LA MOVILIDAD ELÉCTRICA YA EXISTE, Y CADA VEZ ES MÁS POTENTE
Las embarcaciones equipadas con sistemas de propulsión eléctricos son mucho más respetuosas con el clima que los barcos con motores de combustión. Si carga las baterías con electricidad generada a partir de combustibles fósiles, reducirá las emisiones de CO2 en un 30 por ciento aproximadamente. Y si se alimentan con electricidad procedente de energías renovables, se puede alcanzar una reducción de hasta el 90 por ciento. Por si fuera poco, los motores eléctricos de Torqeedo son extremadamente eficientes. Un Travel de Torqeedo, por ejemplo, puede recorrer más de diez millas marinas con una batería que tenga una carga equivalente, desde el punto de vista energético, a 40 gramos de gasolina.
MÁXIMA EFICIENCIA
CIUDADES VERDES Y AGUAS AZULES
El transporte por agua está cobrando cada vez más importancia en todo el mundo. En los últimos años, ciudades como Hamburgo, Londres, Nueva York y San Francisco han registrado cifras récords de pasajeros a bordo de ferris urbanos; en muchas ciudades chinas este incremento ha superado el 100 por ciento. En la actualidad, dos tercios de la población mundial viven en ciudades. Para evitar el tráfico que colapsa carreteras y redes ferroviarias, se está apostando cada vez más por las vías navegables. En muchas partes del mundo se están reabriendo canales y ríos que llevaban años cerrados con el fin de reintegrarlos en la red de comunicaciones.
La navegación es responsable, a nivel mundial, de un 3-6% de las emisiones de CO2 —una cifra similar a la del sector de la aviación— y sigue aumentando. El diésel de los barcos no solo tiene un impacto en el clima, sino también en la calidad de aire de las ciudades portuarias o construidas a orillas de un río. Por ejemplo, en Berlín, la capital de Alemania, los botes y las barcazas originan aproximadamente un 10 por ciento de las partículas emitidas por medios de transporte: el equivalente a las emisiones de 120.000 automóviles.
Para ilustrar este efecto con un ejemplo: una embarcación con un fueraborda de 80 CV genera durante una hora la misma cantidad de emisiones que 350 vehículos nuevos circulando por una autopista durante el mismo periodo de tiempo. De ahí que las ciudades con un volumen considerable de tráfico de embarcaciones, como Londres o Hamburgo, registren un nivel de contaminación atmosférica y de partículas que supera con creces los límites aceptados.
AL CAMBIAR A UN MOTOR ELÉCTRICO, REDUCIRÁ SU HUELLA ECOLÓGICA Y MEJORARÁ LA CALIDAD DE VIDA.
Al optar por la movilidad eléctrica, no solo se reduce la huella ecológica: nuestra acción también tiene un impacto positivo en la salud pública, la calidad del agua y de la vida en las ciudades.
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