Densidad energética de combustibles líquidos y de baterías
Todas las baterías existentes en la actualidad cuentan con una densidad energética bastante más baja que la de la gasolina o el diésel.
Sin embargo, durante el proceso de combustión se disipa un porcentaje considerable de la energía almacenada en la gasolina, mientras que los motores eléctricos impulsan las hélices con más eficiencia debido a que su curva de par motor es más apropiada. En término medio, los motores eléctricos aprovechan la energía que reciben con una eficacia de hasta 10 veces más al propulsar hélices en el agua.
No obstante, al desplazarse con motores eléctricos, se dispone de una energía considerablemente menor que la de un motor de combustión, por lo que es preciso aprovechar al máximo la energía limitada de la que se dispone. Por consiguiente, la eficiencia global —que considera todas las pérdidas, incluidas las de la hélice— es el parámetro más importante para describir el rendimiento de un sistema de propulsión eléctrico para embarcaciones.
El Ultralight de Torqeedo recorre hasta 53 km con una batería de una carga equivalente, desde el punto de vista energético, a sólo 26 gramos de gasolina: eficacia sin límites y un aprovechamiento modélico de los recursos.